Oración
A ti recurrimos en nuestra tribulación, bienaventurado José, y después de implorar el socorro de tu santísima Esposa, pedimos también confiadamente tu patrocinio. Por el afecto que te unió con la Inmaculada Virgen, Madre de Dios, y por el amor paternal con que trataste al Niño Jesús, te rogamos que nos auxilies para llegar a la posesión de la herencia que Jesucristo nos conquistó con su sangre, nos asistas con tu poder y nos socorras en nuestras necesidades.
Protege, oh prudentísimo Guardián de la Sagrada Familia, a la raza elegida de Jesucristo; presérvanos , oh padre amantísimo, de toda mancha de error y de corrupción; muéstratenos propicio, y asístenos desde lo alto del cielo, oh poderosísimo libertador nuestro en la batalla que estamos librando contra el poder de las tinieblas; y así como libraste al niño Jesús del peligro de la muerte, defiende ahora a la Santa Iglesia de Dios contra las asechanzas del enemigo y contra adversidad. Concédenos tu perpetua protección, a fin de que, animados por tu ejemplo y tu asistencia, podamos vivir santamente y piadosamente morir, y alcanzar la eterna beatitud del cielo.
Así sea.
2-Novena
(para rezar nueve días consecutivos)
Señal de la cruz
1- Oh San José, nuestro protector y abogado, a ti recurro para que me alcances la gracia por la cual me ves aquí postrado…
Confiado me presento, pues, ante tu gloriosísimo trono, implorando misericordia y piedad. En cuanto puedas, San José, intercede en el alivio de mis tribulaciones y poderoso como eres, haz que obtenga por tu valiosa intercesión la suspirada gracia y poder cantar en tu honor himnos de alabanzas.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
2-No te olvides, misericordioso san José, que ninguna persona en el mundo, por grande pecadora que haya sido, ha recurrido a ti quedando defraudada la fe y la esperanza puesta en ti.
A millones resplandecen las gracias y los favores que tú haces a los pobres afligidos. Pues entonces, no permitas que entre tanta gente quede privado de la gracia que te he pedido.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
3- Excelso Jefe de la Sagrada familia, te venero y de todo corazón te invoco. Tú ves en Dios todas mis necesidades aún antes de que te las expongas en la oración.
Oh San José, consolador de los afligidos, ten piedad de mi dolor.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
(se añaden las siguientes oraciones a la Santísima Trinidad)
Eterno Padre, por el amor que tienes a San José, escogido por Ti entre todos para representarte en la tierra ten piedad de mi.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Eterno Divino Hijo, por el amor que tienes a San José, tu fidelísimo custodio en la tierra, ten piedad de mi.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Eterno Divino Espíritu, por el amor que tienes a san José, el cual constante solicitud custodió a María, tu dilecta esposa, ten piedad de mi.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Oh excelso esposo de María, padre adoptivo de Jesús por el tesoro de tu perfectísima obediencia a Dios, ten piedad de mi
Por tu santa vida llena de méritos, escúchame
Por tu potentísimo nombre, socórreme
Por tu clementísimo corazón, sé bondadoso
Por tus santas lágrimas, ten piedad de mis lágrimas
Por tus dolorosos suspiros, apiádate de mi tribulación
Por tus siete dolores, ten compasión de mi
Por tus siete alegrías, consuela mi corazón
De todo mal del alma y del cuerpo, líbrame
De todo peligro y desgracia, presérvame
Socórreme con tu santa protección y con tu misericordia y poder obtén del Señor aquellos que me es más necesario y particularmente la gracia que te imploro
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Credo.
- Letanías de San José
Señor, ten piedad de nosotros,
Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros
Dios Hijo redentor, ten piedad de nosotros
Dios espíritu Santo, ten piedad de nosotros
Santa María,
ruega por nosotros ( se reza después de cada invocación)
San José, descendiente de David
Luz de los patriarcas
Esposo de la Madre de Dios
Casto Custodio de la Virgen
Padre nutricio del Hijo de Dios
Diligente defensor de Cristo
Jefe de la sagrada familia
José justísimo
José castísimo
José prudentísimo
José fortísimo
José fidelísimo
Espejo de paciencia
Amador de la pobreza
Modelo de los obreros
Gloria de la vida doméstica
Custodio e las vírgenes
Sostén de las familias
Consuelo de los miserables
Esperanza de los enfermos
Patrono de los moribundos
Terror de los demonios
Protector de la santa Iglesia
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo
Perdónanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo
escúchanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo
Ten piedad de nosotros
Lo hizo dueño de su casa
Y el gobernador de todos sus dominios
Oración oh Dios, que con inefable providencia elegiste al bienaventurado José esposo de tu madre, te rogamos que nos concedas tener por intercesor en el Cielo a quien veneramos por protector en la tierra. Que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.