Vivir desde el corazón:
Vivir desde el corazón fomenta la coherencia emocional
El ritmo acelerado de nuestra sociedad dificulta una buena gestión de las
emociones. Ellas son la causa de la mayoría de los malestares que acusa el ser
humano.
Cuando las reprimimos y no las liberamos, nos crean Resentimiento. Esta
emoción se libera en una doble dirección: por un lado, hacia la persona o
personas que la originaron, y, por el otro, hacia nosotros mismos.
Cuando surgen precipitadamente y sin reflexión, aparece la Culpa que todo lo
justifica, obviamente ésta también actúa de forma bidireccional.
Regular bien nuestras emociones, es decir, saber cómo y cuando expresar
el sentimiento, nos beneficia a ambos: a ti que recibes mi emoción y a mí que
al expresarla adecuadamente dejo que fluya.
Ésta es la clave para conseguir emociones inteligentes: dejar que fluyan.
Habitualmente el ser humano se identifica con la emoción sentida lo que
produce “atascos malsanos” en su interior.
Pensamos que somos aquello que sentimos y eso, nos decepciona, nos
conmueve, nos debilita, nos paraliza.
La Inteligencia Emocional es una disciplina que surge para equilibrar nuestras
vidas. Establece cinco niveles para obtener óptimos resultados:
lista de 5 elementos
1. Autoconocimiento o consciencia de uno mismo
2. Autorregulación o saber cuál es el momento adecuado para expresar y cómo hacerlo.
3. Automotivación: orientar mi intención hacia un logro.
4. Empatía: Ser capaz de ponerme en el lugar del otro para así sentir como él lo haría.
5. Hábil socialmente: Disponer de las herramientas adecuadas para la interrelación.
fin de lista
El camino que aquí os quiero mostrar es el arte de lo genuino, es un modo de
vida que favorecerá la coherencia que nos enseña la Inteligencia Emocional.
Se trata de responder a las situaciones a las que nos enfrentamos a diario
utilizando las virtudes del corazón, que como aliadas del Amor Incondicional
nos protegen de la emisión de sentimientos negativos.
Básicamente podemos enumerar seis virtudes del corazón:
Agradecimiento, Compasión, Perdón, Humildad, Entendimiento y Valor.
El agradecimiento tiene que ver con apreciar lo que los otros hacen por mi, lo
que me ha sido dado por el Universo, en definitiva “mi dicha”. Para valorarlo
tengo que desprenderme del “merecimiento”, “recompensa”, “contravalor”.
Agradezco desde la claridad del sol que me ayuda a despertar, el techo que me
acoge cada día o el trabajo que me permite aquello que considero
“posesiones”.
Recuerdo una frase que se cita en “El Alquimista” de P.Coelho que reza así:
“Cuando quieres algo todo el universo conspira para que lo consigas”.
Partiendo de ello y del supuesto que nada sucede sin una causa, tienes que
agradecer todo lo que te ocurra, porque ése es tu aprendizaje.
La compasión me permite recordar que somos una gran familia, que todos
somos iguales y que nadie ni nada merece sufrir. Cuando siento compasión
empatizo con el otro, con su tragedia o con su dicha y ello me permite perdonar
y a la vez entender.
El perdón aleja el resentimiento e instaura un patrón de amor y armonía en la
persona.
La humildad nos recuerda que tenemos que alejarnos de la polaridad, de las
diferencias y hay que sentir amor por aquel que no entiende, por aquel que su
falta de comprensión en el propósito le hizo perderse en la materia.
El entendimiento nos capacita para irradiar ese sentimiento amoroso, nos
proporciona conocimiento sobre nuestra verdadera esencia, aquella que habita
en nuestro interior y que tras tanto tiempo identificándose con su vehículo o
cuerpo, perdió la consciencia de su ser.
El valor es un arma poderosa, nos ayuda a tomar decisiones, nos aleja de la
culpa y nos reconoce el propósito por el que fuimos creados.
Si entendemos que todo es energía y que para que ésta fluya positivamente
tenemos que actuar con armonía, entenderemos el uso de las virtudes que nos
proporciona el corazón energético como valiosos recursos para obtener la
apreciada coherencia emocional.
Si en nuestras manos está transformar las olas en apacible mar, ¿por
qué nos cuesta tanto hacerlo?
Hay que creer en el Poder de Transformación, en la soberanía interna que
habita dentro de ti y que es la Esencia de tu ser. Si sientes esa grandeza, si
sientes esa totalidad, sentirás cómo se va formando la coherencia en tu interior.
El poder de transformar las emociones, el poder de elegir aquellas que son
saludables radica en TÍ.
Las virtudes del corazón son elementos a tu disposición para hacerte el camino
más fácil.